La variedad arbequina se está extendiendo en los últimos años debido a la
plantación de superintensivos. Por ello, me centraré más en picual y hojiblanca,
con más trascendencia histórica y sobre todo por ser más utilizados en una
agricultura más tradicional y respetuosa con el medio ambiente, sobre todo en
el caso de olivar ecológico. Sin olvidarme del picudo conocido también
como Carrasqueño, el cual produce un aceite de gran calidad. Los frutos
maduran muy tarde dificultando su mecanización. Su polen tiene una gran
capacidad germinativa pudiendo utilizarse para polinizar otras variedades.
Hojiblanco:
-También conocido como Lucentino o casta Lucena.
-Olivo de porte medio, duro, resiste bien el frio y los malos
terrenos (suelos calizos).
-Tiene doble aptitud con bajo contenido en aceite pero de buena
calidad.
-Su maduración es tardía lo que implica “difícil” mecanización y
que se favorezca la vecería.
Picual:
-También conocido como Marteño.
-Olivo de porte medio que resiste mal el frío, la humedad,
la sequía y los terrenos calizos.
-No tiene doble aptitud, tan solo se utiliza para la
producción de aceite, el cual tiene una calidad intermedia-alta con un buen rendimiento graso.
-Su maduración es temprana lo que provoca una fácil mecanización
y la reducción de la vecería.
-Son poco sensibles al repilo y la tuberculosis pero
se ven muy afectados por el verticilio.
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